NÉSTOR GALLO CON EL VÉRTIGO A FLOR DE PIEL En el Turismo Carretera histórico distintas localidades adquirieron notoriedad nacional a partir de sus pilotos representantes. Y así la gente supo de Olavarría por los hermanos Emiliozzi, de Balcarce por Fangio y Bordeu, de Venado Tuerto por Marcos Ciani y de Arrecifes por Di Palma, por ejemplo. De igual modo, a fines de los ´60, el país se enteró de la existencia de un pequeño pueblo del este cordobés llamado Devoto por Néstor Antonio Gallo. “El Tuerto” para los amigos, que así lo apodaban porque acarreaba problemas de visión en uno de sus ojos. El 10 de septiembre de 1967, cuando agonizaba el reinado de las viejas cupecitas y comenzaban a tallar los prototipos, como las “Liebre” (Torino) de Copello, Gradassi y Ternengo, el “Trueno Naranja” (Chevrolet) de Pairetti, los Falcon Angostados (Ford) de Galbato y Carlos Reutemann o “La Garrafa” (Chevrolet) del ítaloargentino Andrea Vianini, se corrió la “VI Vuelta de San Nicolás”. D